Paisaje Protegido Acantilados de La Culata

En Los Acantilados de La Culata se han catalogado un total de 51 endemismos canarios, 9 endemismos tinerfeños y 18 endemismos macaronésicos de plantas. 

En la zona hay varias formaciones vegetales que varían en función de su situación, orientación, altitud o tipo de suelo: 

• En los sabinares aparecen las sabinas, acebuches y almácigos junto a especies como el granadillo, el jazmín o el espinero. 
• El monteverde seco cuenta con ejemplares de acebiños, mocanes y fayas. 
• El monteverde húmedo es el que presenta la mayor biodiversidad y un alto nivel de endemicidad, siendo las especies más frecuentes el laurel, viñátigo, barbusano o brezo, junto con bicácaros, capitanas o flores de mayo. 
• Los cardonales están solo en los escarpes próximos a Tierra del Trigo. 
• Los palmerales se asientan sobre suelos más o menos profundos de los barrancos de Las Calvas y Tierra del Trigo, así como en la ladera de Icod. 
• Y las saucedas se dan en los barrancos más húmedos.   

Por otro lado, la morfología de los acantilados permite la existencia de lugares de difícil acceso que constituyen verdaderos refugios para la fauna. 

Entre los reptiles puedes encontrar al lagarto tizón, el perenquén y la lisa. Algunas de las aves que se reproducen aquí son el halcón tagarote, el ratonero, el gavilán, la pardela cenicienta, el vencejo unicolor, la paloma rabiche y numerosas aves cantoras como currucas, canarios, mosquiteros, petirrojos, etc.

Los únicos mamíferos nativos que viven en el paisaje protegido son las 3 especies de murciélagos identificadas hasta ahora: el nóctulo pequeño, el murciélago de Madeira y el murciélago rabudo.

Por desgracia, esta biodiversidad animal está amenazada por la presencia de gatos asilvestrados y ratas que, junto con plantas invasoras como el rabo de gato, son los mayores problemas que enfrenta la conservación de un ecosistema tan frágil como el insular.

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